Hello Motherhood!

Hola chicas ¿qué tal están? espero que suuuper bien!! comenzando Mayo, con frío pero de vuelta ya por esto lados!
Ya ni recuerdo si quiera qué tipo de fuente utilizaba en mis posts anteriores, o si quiera cómo editar mis fotos por photoshop (sí, es verdad, tengo una laguna mental gigante!) pero creo que de a poco iremos volviendo con todo.
Les cuento, mi último post fue hace ya más de 6 meses, exactamente el 16 de Noviembre, y bueno, 1 semana después antes de poder subir mi post de "qué llevo en mi bolso maternal" rompí fuente a las 22:30 y corrimos a la clínica. Máximo llegó tranquilamente (y si bueno, después del estrés de haber roto fuente y haber gritado todo lo que jamás pensé en gritar) a las 03:10 am ya estaba felizmente en nuestros brazos. El proceso de parto fue maravilloso, mi doctor cumplió con cada una de nuestras expectativas y más, pero los detalles de esa historia van para otro post (mucho más largo claro).

Los primeros días fueron modo zombie, dormíamos muy poco, asustados de que Máximo dejara de respirar (en serio... un miedo muy normal en papis primerizos) en aquellos días dejé de contar qué fecha era y bueno, solo me limitaba a intentar descansar un poco y cumplir con mis necesidades básicas (elegir entre ducharme, comer o dormir era poco!) pero así es la maternidad, en un comienzo claro. Caótica, estresante, nueva para mi, abrumadora, en donde muchas veces sentía (o siento) que no lo estaba haciendo bien, o que no podía seguir adelante. Pero de a poco vamos saliendo de esa zona oscura (porque son tiempos bien oscuros) y la luz va apareciendo, las noches se vuelven más tranquilas, los miedos se normalizan, el estrés disminuye y bueno... lo primordial es que hay que apegarse a un horario y no salirse de eso.

Cuando pienso en la palabra "maternidad", antes solía causarme un rechazo, una sensación ajena a algo que no quería jamás experimentar, creo que fue hasta que conocí a la persona indicada que me hizo sentir lo contrario (si si, muy de cuentos de hadas...pero así fue) y bueno, ahora cuando escucho o digo la palabra "maternidad" siento una especie de empoderamiento en mi, es una especie de fuerza interior que me hace sentir bien, no sé, es algo extraño de describir. Para mi al menos el ser mamá nunca estuvo en mis planes, siempre fui una mujer trabajólica, enfocada en viajar, trabajar, disfrutaba mi tiempo sola (o en pareja) y esos eran mis planes. Tenía una imagen de la maternidad muy crítica, me causaba cierto rechazo pensar en ser mamá y quedarme en casa cuidando un bebé, y no trabajar.... o sea, pensaba...si no trabajo ¿qué hago? bueno, tampoco voy a salir con el discurso de "cuando se es madre todo tiene sentido" y bla bla bla, porque creo que es una decisión tan personal que no podemos dar discursos de ese tipo, pero al menos hablaré de cómo eso me transformó y me ha hecho ver una parte de mi que jamás pensé que tendría.

Creo que por sobre todas las cosas que he aprendido con la maternidad, el cuidar a otro ser, el ser más multitasking, el transformar mi cerebro y moldearlo (porque sí, pasa),  o aprender a tener paciencia; creo que por sobre todo, he aprendido a eliminar esas críticas que existían en mi mente. Antes la palabra maternidad me sonaba tan ajena y hoy la siento tan mía, me siento más calmada y tranquila con lo que hago, sin tantas presiones, sin tantos "qué dirán", porque al final creo que todo eso existía solo en mi mente. Y sé que quizás muchas de ustedes pensarán "que tonta al pensar o sentir eso", pero hablando con otras chicas mamás que he conocido, también han aprendido a sentir o empoderarse de nuestro rol. Si bien, hoy ya es difícil ser mujer, o ser mujer que trabaja, también es muy difícil ser mamá tiempo completo sin poder evitar la mirada juzgona al momento de responder "no, yo no trabajo, me quedo en casa con mi bebé". 

Y hoy día creo que eso es lo que me ha enseñado la maternidad, a ser una mujer más fuerte y decidida, más capaz, sin sonar como las "mamás luchonas" que tanto se burlan en internet. Así es que hoy, volviendo de a poco con las cosas más calmadas y ordenadas bajo una rutina, estoy aprendiendo a seguir siendo yo misma de la mano con la maternidad, la cual ha resultado ser mucho más amigable de lo que creía. 

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